jueves, 10 de febrero de 2011

CÓMO EDUCAR GATOS FACILMENTE

Los gatos se comunican en gran parte mediante el olfato. Pero la comunicación entre el gato y las personas es muy distinta, porque la información fluye solamente en un sentido. Nuestro olfato, como mucho, detectará un “mal olor” (principalmente orina y excrementos) pero no será capaz de entrar en detalle, mientras que cuando el gato olfatea y saluda a su amo es capaz de enterarse de todo lo que ha hecho. Imaginemos un caso normal y corriente. Una persona llega a casa y su gato sale a recibirle a la puerta con la cola levantada y maullando de felicidad. Pero antes que el minino se frote contra la pierna de su gran amigo, le olfatea brevemente el zapato. “¡Un momento! ¿Será posible? Éste acaba de pisar una marca olorosa del gato del vecino. Debe estar justo delante de la puerta de la casa. Más tarde tengo que ir sin falta a investigarlo”. O bien: “Curioso. No huele a su coche como siempre, sino a algo distinto. ¡Aquí hay algo que no encaja! Esperemos que al menos sepa comportarse con normalidad”. Ahora la persona se agacha hacia su gato para corresponderle el saludo acariciándolo cariñosamente. Éste ronronea de gusto, pero al cabo de un instante empieza a hacer ondular la cola de un lado a otro. “¡No es posible! ¡Hace poco ha acariciado un perro!”. El gato se siente muy ofendido y se aparta un poco. Su dueño se sorprende: “¡Vaya! ¿Qué le pasa hoy a mi lindo gatito?”. Más o menos así es como nuestros pequeños felinos perciben una infinidad de detalles que a nosotros nos pasan totalmente desapercibidos.

Lo que el gato ha de aprender
Para lograr una buena convivencia es necesario que todo el mundo conozca las reglas del juego y se atenga a ellas. Y en la relación entre una persona y su gato, es la primera la que ha de marcar las reglas –con algunas limitaciones, claro. Pero es perfectamente posible lograrlo y evitar que el gato haga siempre lo que le plazca.

 En esto hay que incluir el ritmo diario impuesto por la profesión de su dueño o por el ambiente familiar, algunas normas de higiene y ciertas consideraciones acerca de los muebles y demás elementos del hogar. Todo ello, son cosas que de entrada al gato no le harán ninguna ilusión.

Por suerte, los gatos son muy adaptables y tienen una gran capacidad de aprendizaje. Así, la labor de su dueño o dueña consiste “solamente” en hacerle ver cómo deberá ser la vida en común. Y para esto, lo más importante es darle a entender al gato que, por favor, ha de aprender a hacer un poco de caso.

Naturalmente, para obtener buenos resultados con un animal tan independiente como el gato es necesario saber tratarlo con sutileza.

Reglas para la educación

Si al educar al gato sigue algunas reglas elementales muy sencillas, no tardará en tener éxito y su querido felino pronto se convertirá en un miembro más de la familia.
•    Reaccionar siempre del mismo modo. Si riñe al gato de formas muy distintas como “¡No!”, “¡Fuera!”, “¡Déjalo!”, “¡Maldito gato!”, etc., lo único que conseguirá es desorientarlo por completo. Emplee siempre la misma expresión, como por ejemplo “¡No!” y su gato enseguida sabrá a qué atenerse.
•    Reacción inmediata. El gato solamente relaciona una mala experiencia con algo que ha hecho en ese preciso instante. Si usted le riñe media hora después de haberle robado una salchicha, cuando está haciendo tranquilamente la digestión acostado en su cesta, él solamente relacionará su enfado con el hecho de estar en su cesta, y eso le irritará bastante. Si usted descubre alguna travesura demasiado tarde, por esa vez no va a tener más remedio que tragar bilis y aguantarse con el único propósito de no darle al minino ninguna posibilidad de volver a repetirlo en el futuro.
•    Premiarlo cuando se porta bien. Los gatos no hacen nada por pura generosidad o para complacer a su dueño, lo único que les estimula es la recompensa. Y ésta no tiene por qué ser siempre algo comestible, también le encanta que lo acaricien o que jueguen un rato con él. Ocúpese de que a su gato “le salga a cuenta” portarse bien en casa. Sea consciente y riguroso. Lo más importante a la hora de educar al gato es ser consecuente con las reglas ya establecidas y no desviarse nunca de ellas. Por ejemplo, ningún gato comprenderá que, si tiene absolutamente prohibido subirse a las camas, hoy pueda hacer una excepción porqué usted está enfermo y tiene ganas de acariciarlo. Bastará con que haga solamente una vez una excepción, por muy evidente que sea para usted, para que su gato lo interprete como que se han levantado las prohibiciones vigentes hasta ahora. ¡Menudo problema si a la próxima oportunidad resulta que las viejas reglas recobran su vigencia!



lunes, 31 de enero de 2011

GATOS AGRESIVOS I

En cada caso de conducta, es esencial que el veterinario evalúe primero la salud física del gato para determinar si existen problemas médicos que pudiesen haber causado la agresión o que pudiesen haber coadyuvado en causarla (y para determinar la influencia que pudiesen tener estos problemas para tratar el problema de conducta). Los estados dolorosos (por ej., la artritis, la saculitis anal, la enfermedad dental), los procesos que afectan al sistema nervioso central (por ej., los tumores cerebrales, la meningitis) y los desequilibrios endocrinos (por ej., el hipertiroidismo), podrían, todos ellos, tener una influencia directa sobre la conducta.
Alternativamente, podrían actuar conjuntamente con factores ambientales, genéticos y con otros factores de la salud, para impulsar al gato más allá del umbral en el que se manifestaría la agresión. Por consiguiente, es posible que el tratamiento solamente de la enfermedad médica no sea suficiente para resolver el problema. Recíprocamente, en el caso de las enfermedades médicas que no pueden ser tratadas o resueltas, la modificación conductual y la manipulación ambiental todavía pueden tener éxito.
La asociación de una historia conductual completa con la observación directa o por medio de un vídeo del gato durante una manifestación agresiva típica, es la mejor forma de garantizar un diagnóstico exacto. Esto es utópico pero no práctico en muchos casos.
Por consiguiente, es importante una historia detallada, que incluya una descripción de las expresiones faciales y actitudes corporales del gato, y una descripción de todas las situaciones en las que aparece la agresión. A la hora de formular un plan de tratamiento se debe conceder importancia al tipo de agresión, al temperamento del gato y a la aptitud mental y física de los individuos en su ambiente.
Los factores que determinan el pronóstico de la agresión en los gatos incluyen:
•    Tipo de conducta agresiva.
•    Edad del comienzo de la agresión.
•    El espacio de tiempo durante el cual ha existido el problema.
•    El grado de intensidad del problema.
•    Grado de peligrosidad para las personas o para otros animales de compañía.
•    Diagnóstico y tratamiento eficaces de los problemas médicos concomitantes.
•    Capacidad de cada uno de los miembros de la familia para llevar a cabo con seguridad y eficacia el programa del tratamiento.
•    Si las medidas inmediatas pueden eliminar el riesgo de daño.
Los ejercicios de desensibilización y de condicionamiento inverso se usan frecuentemente para tratar varios tipos de agresión mediante la exposición al estímulo, Durante la exposición, el dueño se debe encargar del control completo del gato para que no pueda huir o causar daño.

Muchos dueños vociferan, chillan y golpean a sus gatos agresivos; se les debe advertir que esto no sólo no es eficaz sino contraproducente. El castigo del gato agresivo aumenta su miedo y su ansiedad y aumenta el riesgo de daño para los miembros de la familia. A veces los dueños recompensan equivocadamente a sus gatos agresivos, aunque sin querer. Hacen esto, acariciando y valorando de nuevo al gato cuando se dan cuenta de que es agresivo, incluso ofreciéndole recompensas de alimento con el fin de intentar tranquilizarlo y reducir la agresión. La situación se puede complicar más cuando el gato aprende que se puede salir con la suya siendo agresivo. El refunfuño el arañazo y la mordedura pueden ser formas muy eficaces para que el gato eluda un estímulo o una situación no deseados (por ej., el cepillado de los dientes, el corte de las garras).
Las técnicas de exposición están proyectadas para reducir el miedo y la ansiedad, así como para enseñarle al gato que las manifestaciones agresivas no logran eliminar el estímulo. Es importante que el dueño y el asesor cooperen para determinar todos los estímulos que causan la agresión y formulen un plan de tratamiento apropiado, completado con sesiones de adiestramiento.
  

lunes, 24 de enero de 2011

ALIMENTACIÓN DEL GATO

La alimentación es lo más importante para que nuestros gatos tengan una vida sana y equilibrada. Una causa común para padecer una enfermedad es la mala alimentación . Por supuesto, nuestros animales en este caso los gatos, deben tener una alimentación equilibrada y de alta calidad, para que disfruten de una vida sana y que le ayude a convivir con nosotros muchos años.

El gato es un carnívoro estricto, en la naturaleza, caza pequeños animales para alimentarse. El sistema digestivo del gato, está preparado para ello, digiere de manera perfecta la carne cruda, vísceras, etc. En nuestra vida diaria no tenemos tiempo de prepararle comida elaborada, lo más parecido a lo que el comería en estado natural. Por ello se recurre al pienso o a las latas. Hay que saber que la mayoría de piensos contiene un gran porcentaje de grano, (maíz, trigo, arroz), el gato no digiere bien estos productos. No los digiere porque no los necesita para su nutrición. El pienso tiene conservantes que a la larga pueden ser nocivos para su organismo. Los piensos de gama baja y media, tienen subproductos animales que proviene de deshechos (vísceras) de otros animales.

La dieta ideal para un gato consistiría en proporcionarle alimentos frescos y carne cruda (pollo, ternera, pavo, nunca cerdo por ser demasiado graso). Pero como dije antes no se tiene el tiempo necesario para elaborarlo, por ello debemos buscar una alternativa. Administrarle piensos de alta calidad, piensos holísticos (naturales), que no contengan conservantes, que no tengan granos entre sus ingredientes, dar de vez en cuando trocitos de carne cruda y latas de alta calidad que contengan gran proporción de carne o pescado, además las latas aportan más cantidad de agua que el pienso seco. El agua es esencial para mantener la salud del gato, al no hacer demasiado ejercicio el gato no tiene sensación de sed y bebe menos agua, y esa es una de las causas de las insuficiencias renales y los cristales en la orina. Debemos mantener el agua siempre fresca y limpia para estimular al gato a que beba.